Síndrome del cuidador, ¿cómo prevenir su aparición?
El agotamiento intenso que provoca preocuparse de un adulto mayor con problemas, deriva en muchos casos en el denominado “síndrome del cuidador”, mostrando un conjunto de síntomas múltiples que afecta sus capacidades físicas, psicológicas y de relación social. ¿Cómo prevenir su aparición?
¿Qué síntomas presenta este Síndrome? Los síntomas más comunes son:
• Aparición de conflictos con el entorno familiar;
• Disminución del tiempo dedicado al ocio, a la familia, los amigos y a uno mismo;
• Mayor cansancio físico y en muchos casos el trastorno del sueño;
• Tristeza, preocupación, ansiedad y culpabilidad
¿Cómo prevenir?
Para prevenir su aparición, es importante que la persona que asuma la tarea de cuidador, siga unos simples consejos. Su vida irá mucho mejor y podrá reducir riesgos de convertirse en un paciente que requiera de cuidados y atenciones como las que hasta el momento proporcionaba.
a) Mantener vida social activa, sin dejar de lado las amistades. Planear salidas al cine o parques, ayudará a liberar mucha tensión emocional que se pudiera acumular cuidando a un enfermo. Esto repercutirá de inmediato en el estado de ánimo, por lo que será más fácil cumplir con la labor.
b) El ejercicio es una buena opción. Correr al aire libre o inscribirse en un gimnasio, además de practicar otras actividades como zumba ayudará con la circulación y a mantener la mente despejada.
c) No hay que agobiarse con las tareas de cuidados, se debe aprender a delegar labores. De esta manera no se verá sobrepasado con labores y al final del día no se terminará tan agotado.
d) Es importante contar con los conocimientos necesarios para cuidar bien de un paciente, así se sabrá cómo evoluciona, además de entregar de mejor manera los servicios.
e) Por último, mantener siempre una actitud positiva. Cuando salgas de casa preocupate de tu aspecto físico y no te sientas culpable. Esto te permitirá mejorar tu estado psicológico.
¿Qué síntomas presenta este Síndrome? Los síntomas más comunes son:
• Aparición de conflictos con el entorno familiar;
• Disminución del tiempo dedicado al ocio, a la familia, los amigos y a uno mismo;
• Mayor cansancio físico y en muchos casos el trastorno del sueño;
• Tristeza, preocupación, ansiedad y culpabilidad
¿Cómo prevenir?
Para prevenir su aparición, es importante que la persona que asuma la tarea de cuidador, siga unos simples consejos. Su vida irá mucho mejor y podrá reducir riesgos de convertirse en un paciente que requiera de cuidados y atenciones como las que hasta el momento proporcionaba.
a) Mantener vida social activa, sin dejar de lado las amistades. Planear salidas al cine o parques, ayudará a liberar mucha tensión emocional que se pudiera acumular cuidando a un enfermo. Esto repercutirá de inmediato en el estado de ánimo, por lo que será más fácil cumplir con la labor.
b) El ejercicio es una buena opción. Correr al aire libre o inscribirse en un gimnasio, además de practicar otras actividades como zumba ayudará con la circulación y a mantener la mente despejada.
c) No hay que agobiarse con las tareas de cuidados, se debe aprender a delegar labores. De esta manera no se verá sobrepasado con labores y al final del día no se terminará tan agotado.
d) Es importante contar con los conocimientos necesarios para cuidar bien de un paciente, así se sabrá cómo evoluciona, además de entregar de mejor manera los servicios.
e) Por último, mantener siempre una actitud positiva. Cuando salgas de casa preocupate de tu aspecto físico y no te sientas culpable. Esto te permitirá mejorar tu estado psicológico.